Después de la ponencia realizada en CAEB el pasado día 03 titulada “Procesos sin despilfarro y a coste mínimo: el método Lean Thinking”, la cual contó con una gran afluencia de público, mayoritariamente técnicos y responsables de pequeñas y medianas empresas de las Islas Baleares, podemos extraer una conclusión: los empresarios de las islas, sobre todo aquellos que cuentan con un sistema de gestión de calidad ISO 9001, tienen curiosidad en aprender técnicas y herramientas para poder mejorar los procesos de trabajo en sus organizaciones.


Así pues, estas organizaciones ya tienen la mitad del camino recorrido para el uso de las técnicas y herramientas del Lean Managament o Lean Thinking
La tercera fase es documentar el proceso “como debería ser” después de haber identificado:
A) Los 7 tipos de despilfarros (producir más de lo demandado, transportes y movimientos innecesarios, defectos, procesos que no añaden valor al cliente, tiempos de esperas e inventarios/ existencias), así como un octavo tipo de despilfarro, desperdicio o “muda”, que tiene que ver con no utilizar todas las capacidades y competencias de los trabajadores.
Para está identificación se utilizan herramientas como el Mapa de Flujo de Valor (VSM), el Spaghetti Chart o las primeras fases del 6 sigma.
B) Las técnicas y herramientas que se van a poner en funcionamiento para eliminar los despilfarros, haciendo que el proceso fluya con mayor rapidez y con un menor coste en tiempo y materiales. Las herramientas que se pueden implantar son la automatización de algunos procesos o tareas (Jidoka), dispositivos a prueba de errores (Poka-Yoke), procedimiento de análisis de fallos potenciales (AMFE), técnicas para organizar el área de trabajo (5s), equilibrado de la producción (Heijunka), etc.
La cuarta y última fase es la implantación de estas técnicas y herramientas, así como la monitorización y comparación de los datos de los indicadores para comprobar si efectivamente se ha logrado la mejora esperada.
Como conclusión, podemos afirmar que la metodología Lean Think lo que pretende es producir más con menos recursos y que no se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. Las empresas que tienen implantado un sistema de gestión de calidad pueden y deben aprovecharlo al máximo para mejorar sus márgenes comerciales, siendo más competitivos y asegurar así la supervivencia del negocio a largo plazo.